El pasado jueves 20 de noviembre por la tarde varios compañeros y yo fuimos al laboratorio para llevar a cabo una práctica ¡El reconocimiento de glúcidos!
Nada más llegar, nos pusimos por parejas y la profesora nos explicó la práctica. Esta consistía en llevar a cabo la prueba del reactivo de Fehling con nueve disoluciones diferentes para verificar la existencia de azúcares en ellas. Por otra parte, también llevamos a cabo la prueba con el Lugol para reconocer la existencia de polisacáridos en otra disolución.
Estas fueron las nueve disoluciones que hicimos reaccionar con el reactivo de Fehling , de derecha a izquierda son: glucosa, sacarosa, lactosa, maltosa, zumo de uva, azúcar de caña, leche entera, cerveza y agua destilada. Entonces, al mezclarlas con el reactivo, estas se teñirían de rojo dando positivo a la presencia de glúcidos. Todos menos el agua destilada, obviamente, que permanecería de color azul y la sacarosa, que a pesar de ser un glúcido, al no tener poder reductor, no reacciona. Por ello, la sacarosa más tarde la sometimos a una reacción con otros compuestos para al final verificar la existencia de un azúcar.
En cuanto al polisacárido para la prueba con el Lugol, utilizamos patata rallada (almidón). Esta, al reaccionar con el Lugol debería de teñirse de un color parecido al púrpura dando positivo en la presencia de polisacáridos.
Estos fueron los reactivos que utilizamos en esta práctica: el reactivo de Fehling, Lugol, ácido clorhídrico y NaOH. Los dos últimos fueron los que usamos para la segunda prueba con la sacarosa.
Para llevar a cabo la práctica, cada pareja contaba con un equipo de calentar, una gradilla con 10 tubos de ensayo (uno para cada disolución), unas pinzas de madera para manipular los tubos y un vaso de precipitado. Luego, en la mesa del profesor estaban los reactivos, las disoluciones y las pipetas (una para cada disolución para minimizar la contaminación de la muestra).
Una vez que la práctica fue explicada, comenzamos llenando de agua el vaso de precipitado y poniéndolo a calentar. Después, llenamos cada tubo de ensayo con su correspondiente muestra (estaban enumerados y se correspondían con cada disolución). Cada tubo contenía de 2 ml del azúcar y 1ml de Fehling. En el caso del almidón, eran alrededor de 7 gotas de Lugol.
A continuación, pusimos los tubos de ensayo a calentar dentro del agua del vaso de precipitado y esperamos a ver la reacción.
La práctica duró más o menos una hora y media y mi compañera y yo cronometramos alrededor de 45 minutos el tiempo que tardaron las disoluciones en cambiar de color al rojo (siempre y cuando fueran glúcidos). La patata en cambio tardó más en reaccionar.
Las imágenes siguientes son de las distintas disoluciones antes de añadir el reactivo:
Y estas ya cuando estábamos añadiendo el reactivo y cuando estaban reaccionando al calentarse:
Al final a nosotras no todas las disoluciones nos reaccionaron correctamente y este fue el resultado:
En definitiva, creo que esta ha sido una experiencia muy enriquecedora y particularmente creo que este primer contacto que he tenido con el laboratorio me ha ayudado mucho para tener más claro aquello que quiero estudiar el resto de mi vida ¡Biología!